Cuando fueron a hacerle escraches a otros

yo callé

porque a mí no me hicieron escraches

Se queja amargamente Coalición Canaria de los escraches que ha sufrido el señor presidente del (des)gobierno de Canarias durante unos días. No parece que haya habido mucha protesta o solidaridad por parte de la militancia de este partido nacionalista cuando otros sí han recibido escraches mucho más violentos. Nada. Ni una palabra. Pero ahora hay que quejarse, victimizarse porque al pobre presidente hayan ido a la puerta de su casa un grupo de personas a recordarle ciertas cosas. Sí. Es un ser humano el señor presidente. Aunque la mayoría de las veces, lo disimule extraordinariamente. Y por lo acontecido, el señor presidente del (des)gobierno no ha escuchado nada. No ha escuchado a esos seis valientes que han puesto su cuerpo en peligro para recordarle al señor presidente del (des)gobierno que no nos vamos a quedar callados, que no nos representa, que él no ganó las elecciones, que el partido socialista tampoco las ganó, aunque haya sacado más votos. No. Ni ese partido de extrema derecha muy socio de (des)gobierno. Ninguno nos representa.

Tampoco ha escuchado el escrache que las más de doscientas mil personas que, sincronizadamente en las ocho islas, le gritaron bien alto, bien fuerte, que Canarias no puede más, que este modelo de turismo depredador no es soportable. Ni por la tierra, nuestra tierra, ni por los canarios y por lo que no son canarios. Que matar la gallina de los huevos de oro no representa sino la pobreza a corto, medio y largo plazo para ese treinta y seis por ciento de canarios que vive en el umbral de la pobreza. Esos canarios que el señor presidente del (des)gobierno de Canarias dice representar desde su nacionalismo casposo, mentiroso y neoliberal.

Porque, si hay alguien al que el señor presidente del (des)gobierno está dispuesto a escuchar es a esos poderes económicos que sí le dan de comer holgadamente, que es a los que el señor presidente del (des)gobierno de Canarias representa.

Cuando vinieron a hacerme a mí un escrache

yo sí pude hablar

porque sí me protegen a los que yo represento.