La percepción económica de los trabajadores comerciales depende de objetivos cumplidos. El sistema de control que utiliza la empresa no permite medir toda la actividad que llevan a cabo los comerciales, por lo que siempre quedan lejos de los objetivos. Todo ello se traduce en que los trabajadores tenemos que afrontar una carga de trabajo desmesurada sin que ello signifique incremento salarial. Por ejemplo, durante los meses de enero y febrero de 2025 más de la mitad de los comerciales no hemos cobrado la remuneración variable que depende de objetivos cumplidos, y los que la han cobrado ha sido claramente inferior al mismo periodo del año anterior. Se ha producido un incremento de la carga de trabajo y, asombrosamente, los trabajadores cobramos menos.

Ahora la empresa, como en muchas otras ocasiones, vuelve a hablar de diálogo, pero pide que antes se levante el preaviso de huelga. Eso no va a ocurrir hasta que no haya un compromiso firmado, con una manifestación clara de que se va a producir un cambio en los sistemas de medición para el incremento salarial. La determinación de los trabajadores comerciales de la empresa es firme: no vamos a ceder hasta que no observemos una voluntad clara de que se va a solucionar el problema.

Entendemos que el factor comercial no puede estar nunca por encima del factor humano. No somos máquinas. Una presión constante llega a bloquear la motivación. La experiencia nos dice que un equipo que no es valorado termina desmoralizado, una verdad claramente comprobada que la empresa no parece capaz de entender. No estamos cerrados al dialogo, pero no va a ser como otras ocasiones. Esta vez solo valdrán los hechos, no las palabras.