30 AÑOS DE SINDICALISMO

Intersindical Canaria cumple 30 años de lucha defendiendo los derechos de los trabajadores

El gánigo roto

Lucy Rodriguez

El gánigo es una pieza de alfarería, en forma cónica, cuyo nombre deriva de la voz tamazigh gánnek, cronistas y tradición cuentan que, además de sus usos funcionales como recipiente, tenía un importante valor ritual para las poblaciones originarias de Canarias; entre otras funciones era un símbolo de unión que se utilizaba para visualizar los matrimonios entre la población. Pero también simbolizaba la ruptura de la pareja, en algunas de nuestras islas (no está documentado en todas) cuando se deseaba hacer uso de la separación era necesario comparecer públicamente y romper el gánigo. El gánigo es una pieza única, elaborada a mano con tierra de nuestras islas, sin torno, y que, de alguna forma mantiene un valor ritual, aunque sólo sea en el acervo popular. 

1994 fue un año convulso, a niveles internacionales, comienza con el inicio del alzamiento del Frente Zapatista para la Liberación Nacional en México el 1 de enero; el comienzo de la guerra de Chechenia; la matanza de Ruanda que provocó más de 800.00 muertos; un negro, el incansable luchador Nelson Mandela, accede a la presidencia de Sudáfrica por primera vez, Yasir Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP); Simón Peres, ministro de Asuntos Exteriores de Israel, e Isaac Rabin, primer ministro israelí, recibieron el Premio Nobel de la Paz de 1994, supuestamente "por sus esfuerzos para alcanzar la paz en Oriente Próximo", todos los acuerdos alcanzados fueron incumplidos por el Gobierno israelí. En el estado español, en enero, se produce la cuarta huelga general contra el gobierno socialista, en esta ocasión por la reforma laboral planteada por Felipe González, con una clase obrera que ronda el 25% de desempleo. En Canarias, donde la cifra de desempleo casi alcanza el 30% y el 26% de los hogares canarios se encuentran en el umbral de la pobreza, mientras llega a Fuerteventura la primera patera proveniente del continente africano, en 1994 se diseña y aprueba una reforma del Régimen Económico y Fiscal de Canarias que incluye una de las figuras fiscales, hasta el momento, más lesivas para nuestro territorio y nuestras condiciones de vida, la Reserva de Inversiones para Canarias.

En este contexto, la mesa hacia Intersindical Canaria, con varios años de funcionamiento, de la que forman parte, el Sindicato Obrero Canario, la Confederación Autónoma Nacionalista de Canarias, la Confederación Canaria de Trabajadores, el Sindicato Canario de la Salud y el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias, convocan el Congreso constituyente de la Confederación Intersindical Canaria, una organización sindical que se define por tres cuestiones esenciales e inseparable: su carácter de clase, su carácter soberanista y su carácter asambleario, recogiendo así los aspectos fundamentales de las históricas luchas del movimiento obrero en nuestro país. El objetivo común es convertirse en referente del conjunto de la clase trabajadora del Archipiélago desbancando al sindicalismo pactista nacido del régimen del 78, rompiendo el cerco de concertación social, al que se nos había sometido. Cinco históricas organizaciones sindicales levantaron aquel enero de 1994 un gánigo, sellando una alianza que hiciera avanzar no solo a la clase obrera canaria sino al conjunto de nuestro país, a través de un nuevo modelo de desarrollo más sustentable, de políticas sindicales feministas, de la lucha por un Marco Canario de Relaciones Laborales, con convicciones internacionalistas profundamente solidarias, todo ello formaba, como un inmenso haz de esperanza, parte de los principios y fines de la organización recién parida que, aunque con inmensos esfuerzos y sacrificios fue capaz de revolucionar el panorama sindical en Canarias.

A lo largo de treinta años se incorporaron nuevas organizaciones sectoriales, fundamentalmente de las administraciones públicas, se realizan grandes luchas, huelgas sonadas, avances en la organización de la clase como movimiento asambleario y, en consecuencia, autogestionario. Pero también, a lo largo de esos 30 años, se han cometido errores, unos pequeños y salvables y otros grandes errores, hemos sufrido represión de los aparatos gubernamentales y/o judiciales, escisiones, fracasos y los objetivos lejos de acercarse se han ido distanciando, mientras los principios se difuminan hasta casi desaparecer.

Las resistencias, los miedos a los cambios profundos que se han producido en el seno de la sociedad, del movimiento obrero e incluso de la legislación laboral, las nuevas necesidades que deben ser cubiertas por las organizaciones sindicales nos han paralizado en un modelo sindical desactualizado, sin expectativas de avance. Con honrosas excepciones no hemos sido capaces de colocar a la altura de las circunstancias nuestra organización. Y es necesario decirlo porque lo que caracteriza el análisis de la historia de las personas de bien es el sentido de la autocrítica.

Canarias ha llegado a un límite insostenible desde el punto de vista de la sustentabilidad, de las condiciones de vida de la población, mayoritariamente clase trabajadora, de la sobre explotación pero en condiciones políticas e ideológicas muy distintas a las de hace 30 años, el sentido de la honestidad nos obliga a reconocer que el neoliberalismo nos ganó la batalla ideológica, con el consiguiente, crecimiento del individualismo y el oportunismo que medra en las organizaciones populares, también en la nuestra y de forma mayoritaria.

Cada Primero de Mayo recordamos con pasión y con amor a los héroes de Chicago, a aquel movimiento obrero de hace un siglo, sin entender que su gran logro fue ser capaces de superar el ludismo de la etapa anterior para adecuarse a los nuevos tiempos, nosotros, nosotras hemos fracasado en ese intento. No solo no hemos entendido los cambios que se han producido, sino que, además, no hemos reflexionado sobre ellos. Nuestro lenguaje, nuestra estructura, nuestro discurso, todo dice que seguimos estancados en 1994.

Recordando a Paulo Freire, es necesario afirmar que es la reflexión y la praxis lo que transforma la realidad, reflexión, praxis, reflexión, no hemos podido, no hemos querido, ……..lo cierto es que nuestro gánigo se rompió.

Intervención de los militantes históricos el día 30 de abril de 2024

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